Vencidos por el tiempo

En un segundo relato todos y cada uno de mis diminutos fragmentos temporales...


Maldita bastarda

Te conozco desde que nací. Sé quien eres desde que tengo uso de razón. Te pronuncio desde que aprendí a leer. Entendí tu significado casi al mismo tiempo que el del destino. Comprendí aquello que provocas cuando los demás me lo contaron. Te odié cuando me tocó sufrirte. Intenté soportarte mucha veces, pero me indigné cuando me diste un descanso. Te hice culpable de mis horas de insomnio y, a la vez, responsable de mis sueños. Decidí dejarte a un lado y cuando me quise dar cuenta ya no era necesario. No me dejaste solo cuando me obligaste a echar de menos. Te lo perdoné todo porque creí que te irías para siempre. Conseguí olvidarte y prometí que nunca más te dejaría entrar. Ahora has vuelto sin avisar y me dejé el alma de par en par...

Nota mental: Lo más lejos a tu lado...

En qué estrella estará...

Él se ha ido, ya respira tranquilo... Un beso enorme desde aquí abajo.

Tengo el tiempo entre los dientes

No es que esté de muy buen humor, pero la ocasión lo merece. Bueno eso y que he leído el post de Saray y no me he podido controlar. Al final, tendré que agradecértelo siempre. Primero me convenciste para hacer un blog y ahora has provocado que vuelva repentinamente a horas intempestivas, teniendo en cuenta que mañana hay que currar. Bueno, que me pierdo, a lo que iba. Ya hace un añito, y algunos días, que dejo caer alguna que otra palabrita por aquí. Aviso a navegantes: puede que esto termine siendo más un homenaje romano, que un cumpleaños bloggero, pero no os preocupéis porque todo tiene un por qué y está conectado ¿dónde habré puesto las pastillas?.

Ya casi había olvidado muchas de las cosas que allí, en Roma, viví. Pero, quizás, el verbo no sea olvidar, eso nunca pasará, sino apartar para poder seguir sin mirar, sin fijar la vista en aquellos meses, con todas sus aventuras, sus millones de risas y sus miles de lágrimas. Puede que algunos penséis que estoy exagerando, pero no es así. Yo sé lo que viví. Los que estuvimos allí lo sabemos. Ambos lo sabemos, ¿verdad? Y para que nunca lo borrase de mi memoria de pez, allí, también, fue donde cree un espacio para mí, y para vosotros, los que venis a verme. Hacer 'rollito blog' (sin explicación porque es una historia larga) se convirtió en una diversión más, porque deseábamos contarle "al mundo" lo que nos estaba ocurriendo. Más tarde volvímos a la realidad, y ya no tenía tanta gracia. Aquello me cambió. Yo cambié, pero todo lo que había dejado y ahora retomaba seguía igual, en su sitio. Tuve que hacerme un hueco donde, antes de irme, estaba cómodo. Todavía sigo necesitando aire, a veces me falta la respiración.


Y es en ese momento cuando aparezco y escribo aquí. Mis pensamientos, mis miedos, mis historias, mis días... Siempre necesito un poco de oxígeno cuando la vida aprieta. Y si me despisto acabo con el tiempo entre los dientes.

Nota mental: Ahora sí,creo que he vuelto.

La vida se cose con hilo fino

Cuánto tiempo!! Por eso no sé ni por dónde empezar. Primero quería pedir perdón por mi ausencia, casi transformada en desaparición absoluta, de la bloggosfera. Y segundo dar las gracias a los que me habéis echado en falta, y a los que no, también. Han pasado tantas cosas, buenas, malas y peores. De todos modos, intentaré condensar muy mucho para no cansaros y poder ofreceros una mínima ¿explicación?.

Resumiendo, los motivos que me han mantenido alejado de este mi sitio han sido varios. Para empezar, la familia me ha traído muchos quebraderos de cabeza y alguna que otra lágrima. Unas navidades mejorables y, espero, irrepetibles (léase que no vuelvan a ser como lo han sido). Una Noche Buena con la familia política, algo divertido y diferente. Y una Noche Vieja en un hospital con un abuelo que no estaba en condiciones de tomar las doce uvas. Muy triste, pero con los míos. El principio de año, afortunadamente, mejoró y cambiaron las cosas. El trabajo, también, me ha tenido muy ocupado. Demasiadas novedades y cambios, que han desembocado en un contrato fijo, un gran aumento de sueldo y un puesto de redactor jefe. Toqué, hasta el punto de sobarlo, ese papelito que me asegura el trabajo, dentro de lo que se puede considerar hoy en día el concepto de indefinido. Todo este tiempo de miles de horas extras y de no tener vida personal han dado resultado.
No puedo dejar de mencionar a la última persona que conocí en 2006. Divertida, simpática, sonriente, dulce, que sabe lo que dice y, además, te escucha. Yo, quizás, estuve más serio que de costumbre, por las circunstancias antes comentadas, pero me sentí agusto con ella. Hace unos días me llamó para preguntar como había ido todo. Gracias, Cenicienta. La próxima más y mejor.

Espero que todos hayáis tenido una buen salida y una magnífica entrada de año. Prometo ponerme al día con todos vuestros blogs, pero necesito tiempo, no me sobra precisamente, y así dejaré de echaros de menos. En breve, retomaré mi ritmo habitual. Por cierto, para quien lo quiera entender, el último que llamé fui yo.

Nota mental: Sigo desinflándome por el ombligo.

Valentía suicida

¿Dónde está el límite hasta que me eches a la calle?. Así, con esas palabras, acabé una conversación en la que nunca pensé que me vería inmerso. Tanta explotación tensión laboral tenía que estallar por alguna parte. No me callé, no me vine a abajo y tiré pa'lante con dos cojones. Mi jefe, con el que discutí, se sorprendió de mi reacción, pero no más que yo. Y es que uno tiene un límite y aquel día decidí que ya lo había más que superado. Me enfrenté, salvé mi culo, y el de mi compañera, le dije lo que pensaba y todavía tiemblo me salió bien, o al menos mejor de lo que esperaba.

Al final llegamos a un acuerdo, como sé suele decir, "ni pa' tí, ni pa' mí". Él se cree mejor jefe, aunque no lo sea realmente, y yo siento que, en parte, se valora lo que hago y, por supuesto, se me recompensa económicamente. Y, parece ser, que después de aquel, digamos, encontronazo, me tiene muy en cuenta y me consulta decisiones que nos son propias de un redactor/coordinador. No sé que será lo próximo, pero espero que sea bueno.

Y, sin moverme del sitio, en cuestión de días dos compañeros de trabajo nos abandonan, para mejor, claro. Me entristece muy mucho su marcha. Aunque me alegro por ambos, echaré de menos los grandes momentos que hemos protagonizado, sobre todo, con B. Notaré la ausencia de mi principal apoyo en Diario N. Pero te llamaré, que lo sepas.

Nota mental: El futuro que vendrá dicen que pende de un hilo.

Viaggio III: Isola di Capri







Nota mental: No soy el mismo desde aquellos vientos helados...

Viaggio II: Napoli




Nota mental: Ahora no es el mejor momento, pero entonces sí que lo fue...




XML

Powered by Blogger

make money online blogger templates



© 2006 Vencidos por el tiempo | Blogger Templates by GeckoandFly.
No part of the content or the blog may be reproduced without prior written permission.
Learn how to make money online | First Aid and Health Information at Medical Health