Puede que hayas nacido en la cara buena del mundo.
Yo nací en la cara mala, llevo la marca del Lado Oscuro
Nota mental: Cómo decirte que sin ti muero...
No, tranquilos, no voy a hacer ninguna crítica cinematográfica del film que da título a este post. Pero es que recordar un poco el argumento, lo que me hizo pensar y lo mucho que tienen que ver los prejuicios con algunas de las situaciones que vivo ultimamente, pues ha sido suficiente para que lo coloque donde está.
En algunos blogs, me he topado con frases del tipo: "si queréis podéis juzgarme" o "espero que no me juzguéis por esto". Sinceramente, no sé si es fruto delmiedo respeto que nos da el 'qué dirán' o una forma de escudarnos en esas palabras para que no lo hagan o la expresión más directa, pero no por ello más sincera, de que nos da igual lo que piensen los demás. Así que, yo que me molo mucho a mi mismo, lo he extrapolado un poco a la realidad de mis días.
De un tiempo a esta parte, me veo en medio de comportamientos que no hacen más que obligar a mi mente a emitir juicios de valor que no son propios de mi. Porque yo no juzgo a las personas. Mentira. Todos lo hemos hecho alguna vez. Pero lo que quiero decir es que intento no hacerlo, más que nada porque no me gusta que lo hagan conmigo. Y si hay algo que, además, llama mi atención es que, normalmente, somos incapaces de juzgar a los que no conocemos de nada, incluso, nos indignamos si alguien lo hace. Pero, en cambio, nos declaramos auténticos jueces de nuestro entorno más cercano. ¿Por qué será? ¿Alguien lo sabe? ¿Tenemos derecho a hacerlo? ¿Y los demás sobre nosotros?
No creo que sea muy "justo" que tengamos que estar "justificando" cada paso que damos ante nadie y, mucho menos, contar con la aprobación-beneplácito del resto del mundo. Y por eso, no entiendo por qué, también, estoy siendo juzgado en demasiadas ocasiones por todo aquello que digo, hago o grito. No debería afectarme lo que piensen los demás, pero uno tiene un límite y está cansado de tener que dar tantas explicaciones en forma de excusa por sólo respirar.
Nota mental: A la primera persona que no me quiera juzgar...
En algunos blogs, me he topado con frases del tipo: "si queréis podéis juzgarme" o "espero que no me juzguéis por esto". Sinceramente, no sé si es fruto del
De un tiempo a esta parte, me veo en medio de comportamientos que no hacen más que obligar a mi mente a emitir juicios de valor que no son propios de mi. Porque yo no juzgo a las personas. Mentira. Todos lo hemos hecho alguna vez. Pero lo que quiero decir es que intento no hacerlo, más que nada porque no me gusta que lo hagan conmigo. Y si hay algo que, además, llama mi atención es que, normalmente, somos incapaces de juzgar a los que no conocemos de nada, incluso, nos indignamos si alguien lo hace. Pero, en cambio, nos declaramos auténticos jueces de nuestro entorno más cercano. ¿Por qué será? ¿Alguien lo sabe? ¿Tenemos derecho a hacerlo? ¿Y los demás sobre nosotros?
No creo que sea muy "justo" que tengamos que estar "justificando" cada paso que damos ante nadie y, mucho menos, contar con la aprobación-beneplácito del resto del mundo. Y por eso, no entiendo por qué, también, estoy siendo juzgado en demasiadas ocasiones por todo aquello que digo, hago o grito. No debería afectarme lo que piensen los demás, pero uno tiene un límite y está cansado de tener que dar tantas explicaciones en forma de excusa por sólo respirar.
Nota mental: A la primera persona que no me quiera juzgar...
Porque escribo igual que sangro...Porque sangro todo lo que escribo...
26 Segundos Un poquito de mí... viernes, noviembre 03, 2006 a las 21:51.Mijefe. Yo. ¿Estás contento con la cabecera que llevas (hay distintas ediciones)? Si. Ya, pero ¿quieres cambiar? No me importaría, pero si no, tampoco pasa nada. Entonces, tú por dinero... Por dinero lo que sea...
Y así comenzó la conversación más surrealista que he mantenido en mi vida. Pero lo que yo no sabía era que iba a acabar como ha terminado. Hombre, no te voy a pedir que te pongas a cuatro patas. Está claro que no, porque lo que quiero decir es que si me ofreces dinero por cambiar y trabajar más, lo hago. Vale, te pido discrección, ya hablaremos más adelante cuando tenga las cosas claras. De acuerdo. Y creo que de esto hace dos semanas, si, justo. Este jueves pasado mi querido jefe tomó una decisión, provocada por la marcha de C., el redactor jefe. Tenía que recolocar al personal y ya lo ha hecho.
Cuatro meses van ya en Diario N. y en ese tiempo parece ser que mi esfuerzo ha dado sus frutos. He pasado a una cabecera más importante y que implica más trabajo. Pero, además, tengo que controlar la que he llevado hasta ahora, supervisándola. Pero, ¿quién dijo que la responsabilidad tenía un precio?. Por favor, ruego al autor de esa premisa que se reúna con Mijefe y le haga entrar en razón. En resumen, más horas, mayor carga y todo empaquetadito con una lazo rojo por el mismo sueldo. Suena bien, ¿verdad?y una mierda Pues no mucho, aunque he de reconocer que mi economía se verá aumentada en función de las horas extras que me suponga semejante labor me va a pagar hasta el tiempo que tarde en mear.
Estoy contento por el cambio y por el reconocimiento que se me hace, pero confieso que un poco decepcionado porque no se me habló claro desde el principio. Me entretuvo con conversaciones como la antes descrita y con claras insinuaciones de aumento fijo de sueldo y no en función del tiempo que salga fuera de mi horario habitual. De todos modos, ha dejado caer que este tema se concretará a finales de este mes, cuando compruebe que todo funciona bien. Así que ahora me tocasacarle más dinero como sea demostrar que soy capaz de esto y de mucho más.
Nota mental: Todo me queda grande...
Y así comenzó la conversación más surrealista que he mantenido en mi vida. Pero lo que yo no sabía era que iba a acabar como ha terminado. Hombre, no te voy a pedir que te pongas a cuatro patas. Está claro que no, porque lo que quiero decir es que si me ofreces dinero por cambiar y trabajar más, lo hago. Vale, te pido discrección, ya hablaremos más adelante cuando tenga las cosas claras. De acuerdo. Y creo que de esto hace dos semanas, si, justo. Este jueves pasado mi querido jefe tomó una decisión, provocada por la marcha de C., el redactor jefe. Tenía que recolocar al personal y ya lo ha hecho.
Cuatro meses van ya en Diario N. y en ese tiempo parece ser que mi esfuerzo ha dado sus frutos. He pasado a una cabecera más importante y que implica más trabajo. Pero, además, tengo que controlar la que he llevado hasta ahora, supervisándola. Pero, ¿quién dijo que la responsabilidad tenía un precio?. Por favor, ruego al autor de esa premisa que se reúna con Mijefe y le haga entrar en razón. En resumen, más horas, mayor carga y todo empaquetadito con una lazo rojo por el mismo sueldo. Suena bien, ¿verdad?
Estoy contento por el cambio y por el reconocimiento que se me hace, pero confieso que un poco decepcionado porque no se me habló claro desde el principio. Me entretuvo con conversaciones como la antes descrita y con claras insinuaciones de aumento fijo de sueldo y no en función del tiempo que salga fuera de mi horario habitual. De todos modos, ha dejado caer que este tema se concretará a finales de este mes, cuando compruebe que todo funciona bien. Así que ahora me toca
Nota mental: Todo me queda grande...