
Ya hace tres semanas que regresé a España. Durante todo este tiempo no me he atrevido a publicar nada, supongo que por miedo a no saber, o no tener, qué decir. Puede que haya decidido comenzar a escribir de nuevo porque Saray me ha incitado a hacerlo de una forma un tanto sutil (colgando un artículo antes que yo), o simplemente porque sí... El caso es que de un modo u otro, todo en la vida se acaba, cada etapa tiene su tiempo, que, como bien dice el nombre de este mi sitio, siempre nos vence. Así, Roma queda atrás, pero siempre con la esperanza de volver, rememorar todos esos inolvidables momentos que están grabados en mi mente y recuperar cada uno de esos lugares maravillosos que se tallaron en mi retina.
Veintiún días de adaptación al medio en el que he estado toda mi vida pero que ahora parece no querer acogerme para continuar. Reencuentros con los amigos de siempre, que, como bien te aseguraron, estarían ahí para cuando volvieses; la familia que permanecerá eternamente por muy lejos que te vayas; antiguos compañeros que aparecen como de la nada y se interesan por ti... En fin, que son todos los que están, pero no están todos los que son. Y eso va por los que me robasteis un pedacito para darme a cambio un trocito de vosotros.
Bienvenido (si es que puede decírtelo alguien que vive a dos mil kilómetros de tu casa, supongo que más lejos de Roma...)
Lo importante es volver, como dice la Dirección General de Tráfico
Un abrazo y gracias por tu visita
No era mi intención presionarte, pero me aler mucho del resultado, aunque me duela tanto leerlo. Aún así, sigo convencida de que siempre nos quedará Roma. Al menos la Roma que vivimos.
Y tú siempre estarás cerca de mi, aunque no sea en la cama de al lado. Hay cercanías imposibles de romper.
Has vuelto de Roma..y dices que no tienes nada de que hablar??
Habrás visto mil maravillas...puedes empezar por contar todo eso..
Besitos.
Aunque es cierto que todo tiene su momento y su límite temporal, hay cosas que por mucho tiempo que pase y por muy lejos que estén, siempre estarán en ti. No digas que ya no tienes nada que decir, que los recuerdos dan para mucho... No dejes de escribir.
ammm vale, ya me he enterado xq has estado un mes sin postear!!!
ayss los regresos siempre tienen cosas buenas y malas, la adaptacion siempre es dificil, pero cada etapa de nuestra vida es diferente y hay q ir viviendo con intensidad cada momento, cuando corresponde
tus recuerdos estaran siempre contigo
besitos salados de CHOI
Te entiendo... Hay lugares que te roban el corazón... para siempre... Y es algo inevitable, y no debe ser evitado.
A mí me pasó con Buenos Aires, y en realidad estuve muy poco tiempo... Pero la gente que conocí me cautivó, la ciudad me enamoró (con su descuido, su falta de recursos, sus papeles tirados en el suelo, su calidez, su soberbia, su magia...). Justo al regresar a casa, habiendo sido tan poco tiempo, echaba la ciudad de menos... Un día, mientras montaba las fotos con un tango de fondo, no pude evitarlo: me emocioné, y sin poder frenarlas, un par de lágrimas se me escaparon... ¿Cómo puede ser?? ¿Un LUGAR te puede hacer eso?? En parte sí, en parte no... Hay lugares mágicos para uno, y si encuentras gente que conecta contigo casi instantáneamente, la melancolía está servida...
De todos modos, es un sentimiento agridulce, porque se echa de menos, pero se recuerda con gran sentimiento: a mí me gusta recordar, ponerme "tontita" y pensar que un día, no sé cuándo, pero un día, volveré a visitar mi Buenos Aires querido...
Un beso enooooooorme!